Si estás pensando en ir a Budapest próximamente, este es tu artículo. Te traigo una guía completa para pasar 4 días en la capital de Hungría.
DATOS IMPORTANTES
La ciudad está dividida en dos partes por el río Danubio. La parte de Buda y la parte de Pest. El 90% de las atracciones turísticas están en Pest por lo que al mirar hotel/apartamento te recomiendo que esté en esta zona y lo más cerca posible del centro. Es una ciudad dónde todos los monumentos están agrupados y puedes ir andando a casi cualquier parte por lo que estar alojado en el centro es importante.
Al llegar al aeropuerto tienes varias formas de llegar al centro de la ciudad (40 min) pero sin duda alguna la que más recomiendo es el autobús, es el transporte más barato y el que te va a dejar más cerca del centro. Para el ticket puedes comprarlo en alguna de las máquinas que hay a la salida del aeropuerto, pero si vas a pagar con tarjeta puedes hacerlo directamente al entrar al bus y evitar las colas.
También es importante destacar que la moneda del país es el florinto (1€ = 370 HUD) por lo que te recomiendo descargar alguna aplicación de cambios de moneda para olvidarte de los cálculos mentales.
DÍA 1
El primer día fuimos a visitar la zona de la parte de Buda, cruzamos por el puente de las cadenas para llegar al Castillo de Buda. Este está situado en lo alto de una pequeña colina y tienes dos formas de subir: cogiendo un funicular muy vintage que te lleva hasta arriba o subir andando por un camino rodeado de vegetación como hicimos nosotros. (En el funicular suele haber bastante cola)
Una vez llegamos arriba visitamos el castillo de Buda, la iglesia de Matthias y el bastidor de los pescadores. Todo está bastante cerca por lo que puedes ir dando un bonito paseo e ir visitando todos los monumentos. Después cogimos un bus para que nos bajara de la colina y un tranvía para que nos llevara a los baños termales de Géllert. La forma de comprar los billetes de los transportes públicos dentro de la ciudad no la acabamos de entender demasiado por lo que no os puedo dar ninguna información sobre eso.
Las termas de Géllert se encuentran dentro del hotel que lleva el mismo nombre y están situadas en uno de los extremos de la parte de Buda. Puedes reservar con anterioridad la entrada para acceder durante todo el día, pero nosotros nos quedamos sin plaza y fuimos al mediodía a probar suerte. Nos dejaron comprar la entrada sin problema, fueron unos 30€ por cabeza. Y te dan la opción de comprar toalla, albornoz, bañador, chanclas o gorro. El gorro únicamente es necesario en una de las piscinas (la que está más fría) por lo que si no habéis traído yo no me gastaría el dinero.
Una vez dentro tienes una zona de taquillas y cambiadores y luego ya pasas a todas las termas. Hay una exterior a 36º, pero para llegar tienes que salir fuera del recinto por lo que recomiendo que vayáis la primera y así el trayecto de ida lo hacéis secos. En la parte de dentro tienes la piscina principal (hay que usar gorro) y una terma más pequeña también a 36º. En la parte superior de la piscina hay una especie de balcón con un bar/restaurante para poder tomarte algo.
Cruzando la piscina tienes dos entradas a los laterales, cada una de ellas te lleva a una sala con más cambiadores, un poco más prémium, y la zona de cabinas para masaje. Cuando cruzas la sala llegas a otro espacio con dos baños termales uno en cada lateral, uno esta a 40º y otro a 36º. Cruzando las dos piscinas llegas a una zona donde hay duchas, una pequeña piscina de agua fría (16º) y un baño de vapor.
La terma en general nos encantó, es muy grande y puedes ir moviéndote por las diferentes piscinas.
DÍA 2
El segundo día ya nos quedamos por la zona de Pest y lo primero que hicimos fue ir paseando por la orilla del río hasta el Parlamento. Antes de llegar intentamos ver el memorial de los zapatos al borde del Danubio, pero nos quedamos con las ganas porque, a pesar de que a nosotros nos hizo sol todos los días durante ese mes habría llovido mucho y el río estaba desbordado, de modo que los laterales del Danubio estaban completamente desbordados. No fue hasta el último día que tuvimos la suerte que yendo para el apartamento vimos que el río había bajado y habían podido limpiar la calle y pudimos ver el memorial.
Por la tarde, a las 15:00 teníamos reservado un paseo en barco por el Danubio, por lo que comimos pronto en un restaurante cerca del Parlamento llamado Elsö Pesti, la comida estaba increíble y el sitio tenía mucho encanto, pero cuando fueron las 14h el restaurante estaba a petar y los camareros iban desbordados.
A las 15h cogimos el barco e iniciamos el recorrido por toda la zona de Pest, incluido el Parlamento. Recomiendo mucho esta hora porque empieza a anochecer a partir de las 15:30 y por lo tanto vais a ver el Parlamento y toda la zona de Pest teñida por la golden hour. El barco cruza por todos los puentes hasta llegar a la Isla Margarita y da la vuelta por el lado de Buda y baja hasta cruzar los 5 puentes que unen las dos partes de la ciudad.
Cuando salimos del barco nos fuimos a ver los dos mercadillos navideños. Nuestro favorito fue el de la Basílica de San Esteban, ya que había muchas paraditas de todos los tipos y el ambiente era muy festivo.
DÍA 3
El tercer día lo dedicamos al barrio judío, lo primero fue ver la gran sinagoga por fuera es preciosa y luego tienes la opción de verla también por dentro, la entrada es un poco cara (25€ pax.) pero merece la pena por ver la parte interior y los jardines.
Al salir fuimos directos a tomar algo al famoso café de Nueva York, pero fue imposible entrar. Solo dejan hacer reservas para cenar y al llegar había una cola que casi daba la vuelta a la calle. Lo vimos un poco acercándonos a los ventanales, es muy bonito, pero no sé si merece la pena la cola que hay.
Al volver al centro pasamos por una calle donde había varios food trucks y mesitas para comer. Pedimos una hamburguesa hecha con lángosh (una especie de brioche dulce) que estaba espectacular.
Al salir fuimos callejeando por el barrio judío hasta la Basílica de San Esteban para verla esta vez con la luz del día.
DÍA 4
Este fue nuestro último día y lo primero que hicimos fue coger la línea de metro M1, la segunda línea más antigua de Europa, hasta el parque Városliget. En el metro empezamos a ver mucha gente con patines de hielo en la mano y al salir, como se bajaron en nuestra misma parada, decidimos seguirlos para ver dónde nos llevaban. Descubrimos que en el lago que hay en el parque, en invierno vacían un trozo y montan una enorme pista de hielo enfrente del castillo. Decidimos recorrer el parque admirando la arquitectura de los castillos y paramos a comer en un mercadillo con casetas de madera dónde tenían todo tipo de comida típica del país.
Después de comer visitamos las termas de Széchenyi, las cuales nosotros no pudimos entrar porque mi novio había tenido fiebre y estábamos los dos un poco enfermos por lo que decidimos no entrar.
De vuelta al centro salimos del parque por la plaza de los Héroes y bajamos un trozo por la Avenida Andrássy admirando las diferentes mansiones que hay a lo largo de la calle. Luego cogimos el metro y un tranvía que nos llevó hasta el puente desde dónde se accede a la Isla Margarita. Una pequeña isla en medio del Danubio repleta de naturaleza. Se pueden alquilar bicicletas y carros a pedales, pero tened en cuenta que solo alquilan hasta las 15:00 y en la mayoría de sitios no aceptan tarjeta. Nosotros no habíamos sacado efectivo y encontramos un puestecito que nos dejaban pagar con tarjeta, pero pasamos por varios que solo aceptaban efectivo.
Dimos una vuelta por la isla en bicicleta y al anochecer volvimos paseando por el lado del Danubio. El atardecer fue precioso y cuando se encendieron las luces del parlamento cruzamos por el puente de las cadenas para verlo iluminado de noche.
A la mañana siguiente temprano ya cogimos el vuelo de vuelta a Barcelona.
Es un viaje ideal para ir en pareja o con amigas y la ciudad nos gustó muchísimo.
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